Varios intendentes del conurbano sur llevaron adelante una ofensiva para que caduque la concesión de Edesur, que sirve en sus localidades. Ricardo Torres, CEO de Edenor, la distribuidora de la otra mitad del
área metropolitana de Buenos Aires, observó todo el proceso. “Hay que sentarse en una mesa y buscar un arreglo, no se arregla un problema quitando concesiones”, explica.
Los problemas de Edesur en los barrios de emergencia, que se agravaron con la cuarentena, precipitaron los dardos de los intendentes. Y, entre las distribuidoras, motivaron una reflexión sobre el futuro de la distribución eléctrica en su conjunto. “Todos nos preocupamos. Si el Estado tiene intención y la sociedad argentina tiene la voluntad de que el servicio público eléctrico sea estatal, está bien y es legítimo”, observa. “Si la gente quiere eso, vota eso, sus dirigentes lo hacen, están las leyes, lo hacemos, no me voy a negar nunca a eso”, profundiza.
Edenor es parte de Pampa Energía. El holding de Marcelo Mindlin también participa del negocio de generación eléctrica y transmisión. Torres reflexiona que “si la sociedad argentina decide a través de procedimientos legales (que quiera la estatización) se cumplirá”. “No creo que sea una buena decisión. La perfomance de las compañía privadas como Edenor ha superado la de muchas comparables, en costo, en servicios, en transparencia. Sabemos cuántos clientes de Edenor no tienen luz en este momento y eso no se sabe de ningún otro cliente del país”, dice en diálogo con Clarín.
“Ahora, si la sociedad quiere hacerlo (avanzar con la estatización), hay que hacerlo. Hay leyes. Se cumplen las leyes y se termina”, puntualiza en. “Ahora, yo antes explicaría cómo están las distribuidoras estatales (Epe en Santa Fe, EPEC en Córdoba) y cómo están las otras (las privadas). Y que se tome una decisión”, marca.
“Frente a incumplimientos reiterados del concesionario, graves, el Gobierno puede terminar la concesión, eso lo dice la ley. Pero tienen que ser graves, reiterados, con proporcionalidad en la decisión. No voy a resistir judicialmente si el Estado quiere llevarse el servicio eléctrico. Pediré la indemnización. Esta compañía pagó por este servicio en 1992, invirtió cientos de millones en la red, que la duplicó, merecemos una indemnización por el valor que tiene la compañía. Pero si el Gobierno o la sociedad pretenden ir por ese lado, hay que explicarlo y se hará”, defiende.
– ¿Por qué cree que las encuestas marcan que cierta voluntad de la gente para que el servicio vuelva a manos del Estado?
Cuando uno abre las encuestas por edad, todo cambia. Los de más de 45 para arriba, nos acordamos cuando daban el horario para tomar el ascensor (N.de R: se refiere a la etapa de cortes programados, de varias horas por día, a fines de los 80). Nuestra red (la de Edenor) está disponible un 99,8% del tiempo. Los cortes de luz bajaron un 60%. La tarifa es la más barata del país y la más barata de América latina, por lejos.
– ¿Cuánto paga un cliente promedio de Edenor por su boleta?
Las tarifas son muy baratas otra vez. Un departamento cerrado en el centro paga $ 50 por mes. Una casa mediana en Uruguay paga US$ 50, o sea 100 veces más. La tarifa promedio de Edenor son $ 600/700, son US$ 5. Es un 40% de lo que se paga en el interior. En el peor momento de las tarifas, en 2015, cuando cambió el Gobierno, eran US$ 2 por mes el pago de ese cliente promedio. Hoy es US$ 5. En algún momento, eso pudo ser US$ 20.
– ¿Germina un nuevo retraso tarifario?
Definitivamente, pero hay una diferencia con anteriores. El Gobierno planea una ayuda de tres facturas (N. de R: de los costos que pagan las distribuidoras) en compensación del congelamiento. Con lo cual, la diferencia es que el Gobierno ya vivió el proceso de 2010-2015, y está buscando salidas y soluciones. Pensamos sobre la base que en algún momento vamos a salir del congelamiento de alguna manera. Se demuestra una intención del Gobierno de encarar el problema y tratar de buscar una solución.
– Hasta fin de año estarán congeladas las tarifas. ¿Cómo imagina ese proceso en 2021?
Si en marzo seguimos con pandemia y todo esto, no es el aumento para aumentar la tarifa, tampoco lo estamos pidiendo. Y tratamos de proponer un diálogo para un momento de mayor normalidad. Creo que hay algunas ideas que hemos expresado al Gobierno que están siendo escuchadas. En nuestra zona de concesión, hay gente que puede pagar la tarifa completa y hasta un poco más. Y hay gente que necesita aún más ayuda de la que está recibiendo. Hay que ir normalizando, porque será muy pesado para el Gobierno (N. de R: que cubre costos de generación a través de subsidios). Y va a tener muchas necesidades de dinero para tanta gente que va a salir de esta crisis con problemas de empleos o negocios que están en condiciones de cierre
– ¿Cómo sería eso?
Nosotros armamos tres grupos, aquellos que podrían pagar con un poco de ayuda, aquellos que pueden pagar más que los costos y aquellos que requieren mucha ayuda. Si yo soy el Estado tengo más información. Si alguien se fue de viaje al exterior el año pasado ¿tiene sentido que vos le regales luz para que compre los dólares y se vaya de viaje? Hay indicadores que el Estado puede poner. Los que más consumen electricidad son los más pobres. Pero hay gente que tiene un buen trabajo, vive en ciudad de Buenos Aires y determinados barrios que paga precios internacionales por el celular, por la computadora, por Netflix, es gente que puede pagar.
– ¿Pensó que el enojo de los intendentes con Edesur se podía extender a Edenor?
En los últimos 10 años, hemos pasado por distintos presidentes, funcionarios y estilos. Lo que hay que hacer es trabajar en solucionar los problemas reales. Creer que va a venir otro concesionario y solucionar rápidamente los problemas es ingenuo o tiene una segunda agenda. Porque la solución a los problemas las dan las empresas y los profesionales que hacen 20 años trabajan en estas compañías que conocen sus zonas, sus estructuras, lo que hay que hacer, tienen sus planes de inversión. Es ahí donde se soluciona la realidad.
– ¿Por qué hay tantos problemas en los asentamientos y barrios de emergencia?
-Todas las redes son de bastante precariedad. Es sensible para estar ahí adentro. Es sensible económicamente, porque nadie se hace cargo y la demanda promedio es más alta. Me parece injusto que la distribuidora eléctrica sea la cara del enojo. Conociendo la realidad de nuestros 500 asentamientos, hay manipulación en las redes, precariedad, crece la demanda eléctrica con crisis y sin crisis. Hay momentos que roban los transformadores porque adentro hay cobres, lo manejamos lo mejor que podemos.
– ¿Es el robo de energía el tema?
Hay un acuerdo que tiene 25 años de antigüedad, que viene de 1992, donde asentamientos y villas reciben la luz y se hace cargo el Estado. Se pone un medidor comunitario, del cual la gente se cuelga. Esa factura, siempre la pagó mitad Nación y mitad provincia-ciudad de Buenos Aires Eso fue pacífico hasta 2017. Allí se dejó de pagar y nunca más pudimos cobrar. Eso es el Estado moroso. Es equivalente a que un ministerio, un hospital no paguen la factura. Hay 150.000 familias que están en esa condición.
TEMAS QUE APARECEN EN ESTA NOTA
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
CARGANDO COMENTARIOS
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.