Tres organismos nacionales intervendrán en el análisis de la mochila de Facundo Astudillo Castro (22) y de los elementos que había en su interior. Algunos fueron manipulados por el
pescador que los halló el sábado en un sector del estuario de Bahía Blanca, cerca de la localidad de General Daniel Cerri. Al advertirlos dio aviso ese mismo día a la Policía Federal Argentina (PFA).
Esta fuerza, apartada de la investigación por el equipo fiscal que tramita el caso, solo se encargó de que se preservara la cadena de custodia a lo largo de su recorrido hasta su entrega en la Capital Federal. Así lo dispusieron como primera medida los fiscales Andrés Heim, Horacio Azzolín y Santiago Martínez, apenas fueron informados del nuevo hallazgo, a no menos de 4 kilómetros del sitio donde apareció el cadáver del chico, el 15 de agosto.
En segundo lugar, los investigadores ordenaron a Gendarmería que levante posibles muestras de ADN en el interior y exterior de la mochila, así como también en los dos teléfonos y documentos de Facundo que portaba. Además del carné de conductor, se halló también su DNI. Ambos objetos fueron fotografiados por los policías de Villarino que lo demoraron el 30 de abril en su frustrado viaje a Bahía Blanca.
Una vez culminada la tarea de Gendarmería, se dará intervención al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para que realice la pericia de cotejo del material genético que se hallare. Desde la querella particular adelantaron que pedirán que se practique el estudio denominado “ADN touch”, que permitiría determinar si algunos de los elementos fue manipulado por alguien que no fuera Facundo.
El sitio donde hallaron una mochila con el carnet de conducir de Facundo Astudillo Castro y dos celulares.
Por sugerencia de la doctora Virginia Créimer, que actúa como perito de parte, ya se había solicitado la misma pericia para la zapatilla derecha del chico que su mamá encontró a unos 30 metros de su cuerpo, al día siguiente del hallazgo en Villarino Viejo. La petición va en línea con el argumento, sostenido por los abogados querellantes, de que tanto el cadáver como los elementos del joven pudieron haber sido “plantados” en ese lugar.
Al mismo tiempo, los fiscales encargaron a la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) que analice el contenido de los dos aparatos telefónicos que había en la mochila. Un Nokia, que Facundo utilizaba habitualmente para sus comunicaciones y un Blackberry, que llevaba de repuesto. Ambos funcionaban con una sola línea, se informó desde la familia.
“Primero hay que analizar el estado de los teléfonos, para saber si están en condiciones para recuperar información” advirtió una fuente judicial. Antes de su hallazgo, las pericias tecnológicas realizadas por DATIP habían logrado avanzar en la recolección de algunos datos de esa línea que pertenece a la empresa Claro.
Los abogados que representan a la madre de Facundo Astudillo Castro afirman que hay elementos para sostener la desaparición forzada del joven, previa a su muerte. Foto Juano Tesone
Con aporte de esa empresa, se pudieron establecer dos intentos de comunicación, en la noche del 30 de abril, que fueron tomados por dos antenas, una en Bahía Blanca y otra más cerca de Villarino. Pero hasta el momento, ni Claro ni la PFA, pudieron dar precisiones sobre por qué no hay registros del último mensaje de texto que salió del aparato, alrededor de las 20:30 de ese día y que lo recibió un amigo de Facundo.
“Igualmente, surgen datos de la triangulación y geolocalización que vinculan con otros puntos relacionados con la desaparición forzada” aseguraron a Clarín desde la querella particular. Por caso, el abogado Leandro Aparicio reveló que se había detectado un movimiento de esa línea el 1° de mayo, 24 horas después de su desaparición, cerca del puesto de la Policía Local de Bahía Blanca, donde se secuestró un patrullero.
Para las próximas horas, se espera la declaración ante los fiscales del pescador que halló la mochila y que el domingo guió a Aparicio y una comisión de la PFA al lugar del hallazgo. “Fue bastante parco en su descripción. Dijo que había ido para ver si al otro día se podía pescar. Y que el abrirla y ver los teléfonos, se los llevó a su casa y se comunicó con la Policía Federal”, acotó el abogado.
“Esa mochila nunca llegó con Facundo ahí, ni caminando, ni con la marea. Fue plantada. Cómo, cuándo y por qué, son motivos aún de investigación” sostuvo el abogado. Aparicio aseguró que se sigue recolectando “mucha prueba” sobre la hipótesis de la desaparición forzada que conduce a miembros de la Policía Bonaerense
En ese sentido giraron, según aseguró, las declaraciones testimoniales de la semana pasada. Estos días, Heim, Azzolín y Martínez continuarán con la recepción virtual de nuevos testimonios, sobre los cuales, tanto los fiscales como las querella, mantienen una marcada reserva.
De hecho, desde el viernes 4, cuando el equipo fiscal comunicó que había dispuesto que la DATIP concentrara y coordinara toda la investigación pericial y que apartaba a la PFA de la instrucción, no hubo más comunicaciones oficiales a través del sitio fiscales.gob.ar. Ni siquiera para dar cuenta del hallazgo de la mochila y los pasos a seguir con la investigación.
Bahía Blanca. Corresponsal.
DD
TEMAS QUE APARECEN EN ESTA NOTA
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
Comentar las notas de Clarín es exclusivo para suscriptores.
CARGANDO COMENTARIOS
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.
