“Al zurubí se lo atrapa en la enramada” decía un viejo pescador.
Siempre hacen lo mismo, no se terminan de acomodar en el sillón y entran a perseguir a los peronistas, ingresan con el padrón en la mano, acusan e inventan
quejar, a rigor de los hechos que están ocurriendo en este preciso momento, tengo que remarcar que es una actitud bastante pelotuda porque hoy Zdero y su pandilla se encuentran despidiendo y persiguiendo a diestra y siniestra, ni siquiera dejan los Planes Sociales de las cocineras de los comedores y merenderos, hace 5 meses cobraban $8.000 por cocinar y atender a los chicos y sus familias, no se puede ser tan roñoso, además de suprimir la entrega de los alimentos, la verdad que quisiera decirlo de otra manera pero me puede, la hijaputes expresada en las acciones de este gobierno no tiene parangón, mirá para atrás muchachito, munite de retrospectiva, acordate cuando Aguilar te hizo ingresar por la ventana en la Cámara de diputados con cargo de director violando la carrera administrativa de los trabajadores legislativos, el peronismo te mató el hambre y vos mordes la mano que te dio de comer, ningún peronista salió a criticarte ni a criticar a Aguilar porque le dio laburo a un radical, el trabajo dignifica al hombre dijo Juan Perón, es una de la verdades del peronismo, por eso cuando el Peronismo está en el gobierno no persigue ni despide a los opositores, no persigue a nadie por su filiación partidaria y menos sacarle el pan de la boca porque detrás de cada trabajador hay una familia que no entiende de las rencillas politiqueras, tienen hijos que no saben de resentidos e impotentes que a través de la revancha expulsan del sistema a las personas, los triunfos no son permanentes y las derrotas tampoco.
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