El caso de Franco Brauton: el hijo de un violador serial fue condenado por abusar de cuatro jóvenes

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El Tribunal en lo Criminal N°2 de Mercedes condenó este lunes a Franco Agustín Brauton, de 29 años, porabusar sexualmente de al menos cuatro jóvenes en la localidad bonaerense de Marcos

Paz. Su caso trascendió no solo por los delitos, sino también porque es hijo de Walter Brauton Steimbach, de 52, que se encuentra cumpliendo una sentencia de 40 años de prisión por haber violado a siete mujeres.

Brauton, que era profesor de música y fue acusado de llevar a cabo los hechos en la localidad bonaerense de Marcos Paz, recibió una pena de 14 años de prisión por los delitos de abuso sexual agravado por haber sido cometido con acceso carnal (en tres hechos), y abuso sexual simple en el restante, de acuerdo al fallo de los jueces Juan Miguel Tillet, Juan Manuel Renaud Mas y Jorge Pablo Vieiro.

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En los alegatos, el fiscal del juicio, Guillermo Lennard, había solicitado la pena de 19 años de prisión, mientras que la abogada de tres de las víctimas, Valeria Carreras, pidió 22 años de cárcel. En tanto, el Tribunal optó por aplicar una condena más baja y valoró como un atenuante la falta de antecedentes penales del acusado.

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Para la Justicia, quedó debidamente probado que el hombre atacó sexualmente a cuatro mujeres, siendo que una era menor de edad (17), entre 2018 y 2020. Además, en todas las oportunidades utilizó idénticas modalidades: mantenía vínculos con sus víctimas, aprovechándose de ellas cuando estaban vulnerables e imposibilitadas de defenderse o dar su consentimiento, a excepción del último caso.

Walter Brauton debe cumplir 40 años de prisión.
El padre del imputado, Walter Brauton Steimbach (52), se encuentra cumpliendo una condena de 40 años de prisión por haber violado a nueve mujeres.

Las mujeres realizaron presentaciones judiciales por cada caso, pero no presentaron avances en la Ayudantía Fiscal de Marcos Paz. No obstante, la última de las víctimas compartió en redes sociales su historia, por lo que recibió numerosos mensajes de desconocidas y, según señalaron, contabilizaron otras 13 víctimas. De esa manera, cuatro mujeres decidieron a formalizar la denuncia e impulsar una causa conjunta.

La investigación en contra de Brauton se inició a principios de 2021, a partir de la denuncia presentada por Carreras. A raíz de eso, comenzaron a buscarse testigos, las mujeres declararon, se analizaron las cámaras de seguridad del Municipio y se reconstruyó el camino de una de las jóvenes a través de Google Maps. Finalmente, el hombre fue detenido a finales de ese año, acusado de los cuatro abusos.

Los hechos

El primero de los delitos comprobados por la Justicia tuvo lugar entre la noche del 17 y la madrugada del 18 de noviembre de 2018, en una casa de Marcos Paz. En esa oportunidad, el hombre, que tenía 24 años, abusó de una joven de 17 que había conocido en una fiesta de amigos en común. Según consta en la denuncia, Brauton la invitó a una casa, le dio alcohol y, cuando estuvo imposibilitada de defenderse, la sometió, la tomó del cuello, la golpeó y la violó.

“Nos empezamos a besar, yo estaba en mi último día de menstruación, cuando noté que él quería tener relaciones le dije que no y perdí la noción de mi cuerpo (...). Él me dijo que no le importaba, que íbamos a hacer lo que él quería, me puso de espaldas contra la pared, me agarró del cuello fuerte… recuerdo que estábamos en la cama me pegó cachetazos en la cara, me sostuvo fuerte de las muñecas, me dejó marcas en todo el cuerpo”, declaró la chica abusada.

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El siguiente hecho tuvo lugar en una noche de marzo de 2019, cuando el imputado abusó sexualmente de otra joven en el interior de su vehículo Ford Focus gris. Según la investigación, el hombre estacionó en una zona suburbana y tocó de manera indebida a la mujer, para luego tomarla del pelo e intentar que le practicara sexo oral, sin éxito.

El tercer episodio ocurrió entre el 7 y 8 de diciembre de ese año, cuando se aprovechó de una joven alcoholizada y la violó dentro de su domicilio. Finalmente, el último abuso tuvo lugar el 25 de diciembre de 2020, siendo que Brauton engañó a la víctima haciéndole creer que alguien la perseguía para que se subiera a su auto. Acto seguido, la condujo a las afueras de la ciudad, la sujetó del cabello y la obligó a que le practicara sexo oral, y posteriormente se dirigió hasta un descampado y la violó.

Los argumentos de los jueces: "Un lobo disfrazado de la abuelita"

En su fallo, los jueces hicieron particular hincapié en el hecho de que a Brauton “ya no le alcanzaba con buscar víctimas dentro de su entorno social como las dos primeras denunciantes, que arrancaron con él una relación consentida hasta ser vilmente ultrajadas”. De esa manera, consideraron que se trata de "un caso claramente atravesado por varios tipos de violencia, sexual física y verbal".

"Como si el lobo disfrazado de la abuelita, esperara a Caperucita para comerla. Evidentemente ya no alcanzaba con las víctimas preconocidas, sino que tenía que salir de madrugada como bien lo grafican los photo prints del video de seguridad de Marcos Paz para su cacería", describieron los magistrados.

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Asimismo, precisaron que el condenado "iba delineando su estrategia para en definitiva poder cumplir sus bajos deseos sexuales, y terminaba irremediablemente ultrajando a las mujeres que sometía, cosificándolas al extremo”. En esa línea, advirtieron que "ya la cosa iba tomando cada vez un matiz aún más delicado al salir en búsqueda de una femenina de su agrado por las calles de Marcos Paz hasta encontrarla y hacerla subir a su auto por engaño de una supuesta persecución".

Dentro de los elementos considerados para la condena, se tuvieron en cuenta los relatos de las víctimas, de los cuales no surgen "indicios de fabulación, ni influencia de terceras personas". Sumado a esto, otro de los testigos clave fue el joven usado como señuelo en el último abuso.

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También fueron tenidas en cuentas las conclusiones de los peritajes psicológico y psiquiátrico efectuados a Brauton. Los mismos determinaron que el joven mostraba “inestabilidad emocional; dificultad en el control de impulsos; dificultad en el contacto interpersonal; dificultad para prever el impacto de sus conductas; conflictiva con la figura femenina; falta de empatía con los hechos denunciados”.

“Había muchas más pruebas que el testimonio de las víctimas. Cuando se presentan testigos, las víctimas no se conocían entre sí. De hecho, una se presentaba a prestar testimonio como testigo y se convirtió en el cuarto hecho. Hubo muchas pruebas y el Tribunal escuchó”, indicó Carreras en diálogo con Infobae.

Y agregó: "Acá no solamente hubo violencia sexual, hubo violencia emocional, hubo violencia física. Había una superioridad en cuanto a las edades del perpetrador, había una superioridad física, había un dominio de la cosa, es decir, o lo hacía dentro de su auto con cierre automático de puertas o llevándolas a un lugar en donde no tenían donde ir porque era muy alejado de lo que era el pueblo”.

La defensa de Brauton sobre su "comportamiento inmaduro": "No soy mi padre"

Durante la última audiencia del debate y luego del pedido de pena en su contra, Brauton decidió hablar y dar su versión de los hechos, reafirmando su inocencia y diferenciándose de los antecedentes de su padre. “Si yo he causado molestias pido disculpas, pero no me voy a hacer cargo de algo que no hice. Me declaro inocente de los hechos de que se me acusa. Siempre estuve a derecho y en ningún momento tuve necesidad de abusar de una persona. Yo no soy mi padre”, expresó.

En esa línea, remarcó que se le "ha hecho mucho perjuicio" por su papá, "que fue condenado a 40 años por ser acusado de violación". "En todo momento quiero dejar en claro eso, yo no supe más nada de él a los 9 años. Me han hecho perjuicio por ser hijo de esta persona", añadió. Al respecto, apuntó contra la abogada querellante, acusándola de usar los medios de comunicación para decir que llevaba adelante el mismo modus operandi que su progenitor.

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Además, explicó que en cada caso las relaciones sexuales con las denunciantes "fueron consentidas", a la par que habló de su "comportamiento inmaduro" durante esa época. “En ningún momento tuve necesidad de abusar de una persona y yo no soy mi padre. No me arrepiento de haberme comportado como una persona sociable, que asistía a fiestas y le gustaba beber y salir, con comportamiento inmaduro", indicó.

Y agregó: "Pero eso que dicen de que estaba cazando en mi auto, yo no tenía necesidad de hacer eso. Yo no soy así, no haría nada contra una persona. Siempre que tuve relaciones fue con su consentimiento, antes y después de todas ellas. No me voy a hacer cargo de algo que no hice y me declaro inocente".

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En el debate, la abogada del acusado, Mónica Smidt, afirmó que las acusaciones de violación contra su cliente “eran parte de una moda de hacer denuncias de violencia de género” y “que la única culpa de Brauton era ser un playboy”. Sumado a esto, intentó desacreditar el relato de las víctimas argumentando que cayeron en la “paranoia de género”.

En el veredicto, los jueces indicaron que algunos de los elementos de defensa a los que acudió Brauton fueron “pueriles”, que “no merecen más comentarios que su sola mención de infantil”. También cuestionaron el rol de uno de los peritos aportados por sus abogados, sobre quien opinaron que “ser parte interesada en el caso parece haberle quitado cierta agudeza profesional en su accionar”.

Los antecedentes de Walter Brauton Steimbach

El contador Walter Brauton Steimbach fue condenado en 2009 por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Morón a 40 años de prisión por haber raptado a nueve mujeres y haber violado a siete de ellas, en un lapso de tres meses cuatro años antes. El tribunal determinó que los abusos habían sido cometidos entre enero y marzo de 2005 en las localidades de Loma Hermosa, Merlo, San Alberto, Castelar, Moreno e Ituzaingó, cuando las víctimas tenían entre 17 y 23 años.

Su modus operandi consistía en interceptar en la calle a sus víctimas, amenazarlas con un arma y llevarlas con su auto a algún descampado. En el juicio se presentaron a declarar nueve personas, asegurando haber sido abusadas por el hombre. De esa manera, la Justicia lo halló culpable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma (6 hechos), abuso sexual con acceso carnal (un hecho), abuso sexual agravado por el uso de arma en grado de tentativa (un hecho), abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma en grado de tentativa (un hecho) y rapto (9 hechos), todos en concurso real entre sí.

Walter Brauton
Walter Brauton estuvo prófugo durante cinco años.

La investigación que permitió su detención llevó mucho tiempo y constó de diez mil horas de escuchas telefónicas y más de veinte allanamientos ordenados por el fiscal Claudio Oviedo, a cargo de la causa. Distintas fuerzas participaron de los operativos a lo largo de la pesquisa, ya que intervinieron efectivos de la Policía de la provincia de Buenos Aires, el Servicio Penitenciario provincial e Interpol, a través de sus agencias en Brasil, Bolivia y Argentina.

En 2013 se fugó durante una visita a su madre enferma que había conseguido gracias a un beneficio extraordinario después de drogar con un somnífero al personal penitenciario que lo custodiaba. Se mantuvo prófugo hasta 2018, cuando fue atrapado en Bolivia. Si bien circulaba con una identidad falsa y se hacía llamar Roberto Aguirre de la Quintana, no engañó a los agentes de Interpol que le venían siguiendo el rastro a pedido de sus pares argentinos.