Carlo Ancelotti volvió a llevarse un puro a la boca, y eso es buena señal para el Real Madrid de Vinicius, cuya alegría tiene más de cubana que de brasileira, con lo

No creo en el Destino, aunque existe, que para algo la humanidad es la única dueña de sus contradicciones. No sé si Isco cree en él o en el determinismo o en