EN ENTRE RÍOS
La presidenta viajará el martes por la noche a la ciudad de Paraná para encabezar al día siguiente la 47° reunión de jefes y jefas de Estado de los países del bloque regional.
“En la cumbre se van a profundizar lazos y se va a marcar el rumbo para seguir progresando y llevando inclusión a cada uno de nuestros países”, fue la definición que dio la semana pasada el gobernador de la provincia anfitriona, Sergio Urribarri.
La actividad oficial de los jefes y jefas de Estado comenzará el miércoles a las 10.30 cuando la Presidenta reciba el saludo formal de cada uno de los mandatarios de los países de la región que lleguen a Entre Ríos para participar de la cumbre.
El resto de la jornada estará dividido en dos bloques de trabajo de alto nivel que se llevarán a cabo en el Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina y se estima que la jornada concluirá cerca de las 18.30.
El martes, como antesala de la cumbre de presidentes, se desarrollará el encuentro de los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del bloque regional.
Aunque todavía no se difundió el listado de presidentes que confirmaron su asistencia, días atrás Urribarri afirmó que participarían de la cumbre, entre otros, los reelectos mandatarios de Brasil, Dilma Roussef; y Bolivia, Evo Morales; y el electo presidente de Uruguay, Tabaré Vazquez.
Más allá de la información ventilada por el gobernador anfitrión, desde la organización dejaron trascender que se espera contar con la participación de todos los jefes de Estado de los países miembros del bloque regional (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) y de algunos de los países asociados (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú).
Como ha ocurrido en las últimas cumbres regionales e intrarregionales, se espera que en el encuentro de presidentes se haga referencia al tema de los fondos buitre y la reestructuración de deudas soberanas.
La cumbre ocurrirá pocos días después de que la Organización de las Naciones Unidas aprobara la iniciativa de comenzar a discutir un nuevo marco legal multilateral para las reestructuraciones de deudas soberanas, un proyecto impulsado por Argentina y el G77+China y respaldado por todos los países del Mercosur y la región.
Con 128 votos a favor, 16 en contra y 34 abstenciones fue aprobada la iniciativa impulsada por la Argentina y ese día, además, se estableció un calendario de reuniones de trabajo que se llevará a cabo durante el próximo año.
Antes de la Cumbre de Presidentes del Mercosur, militantes de organizaciones sociales y políticas de América del Sur se reunieron en la Escuela Hogar “Eva Perón” de Paraná, durante el jueves y el viernes pasado, para debatir temáticas destinadas a profundizar la integración regional en el marco de la 17° Cumbre Social del Mercosur.
Quienes participaron de esa cumbre suscribieron un documento en el que expresaron su “más firme apoyo al permanente reclamo de la República Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur” y asumió al reclamo “como una causa regional”.
También destacaron que “el desendeudamiento de los países de la región fue una condición esencial para el desarrollo de nuestros procesos de integración” por lo que rechazaron “enérgicamente las maniobras especulativas de los fondos buitres que intentan someter al pueblo argentino”.
El documento dejó constancia también de la “satisfacción (de los participantes) por la próxima incorporación del Estado Plurinacional de Bolivia como miembro pleno del Mercosur”, lo que permitirá avanzar “en la ampliación del proceso de integración”.
El viernes, en la víspera de la cumbre, el canciller Héctor Timerman dejó inaugurado oficialmente en Tecnópolis el IV Foro Empresarial del Mercosur, con el objetivo de profundizar la participación del sector público junto con el sector privado en el proceso de integración regional y desarrollo de los pueblos.
La última cumbre del Mercosur de llevó a cabo a mitad de año en Caracas, ocasión en la que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner llamó “a redoblar esfuerzos para conseguir un orden global más equitativo, más justo, multipolar, en que ya no sea la subordinación de los unos sobre los otros, sino la cooperación lo que anime el vínculo entre las naciones, como sucede en el Mercosur, la Unasur y la Celac”.