SEGÚN EL INFORME, “LA SEGURIDAD DE UN INGRESO DURANTE LA MATERNIDAD ES CRUCIAL PARA LA SALUD Y LA ECONOMÍA DE LAS MUJERES Y SUS HIJOS”.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) resaltó la protección social que genera la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo implementada por el Gobierno desde noviembre de 2009, al presentar un informe en la concluyó que “la seguridad de un ingreso durante la maternidad es crucial para la salud y la economía de las mujeres y sus hijos”.
El trabajo titulado “Protección social para los niños: principales tendencias políticas y estadísticas” indicó que si bien 108 países disponen del programas de cobertura para madres y sus hijos “con frecuencia sólo cubren a grupos pequeños” y “existe un déficit en la disponibilidad de prestaciones familiares”.
“Cada día, alrededor de 800 mujeres mueren por causas relacionadas con el parto. Además, 18.000 niños fallecen diariamente”, indicó la directora del Departamento de Protección Social de la OIT, Isabel Ortiz, quien subrayó que “la mayoría de estas muertes pueden ser prevenidas con una protección social adecuada”.
“La atención médica maternal e infantil universal son indispensables para reducir las altas tasas de mortalidad, acompañadas de transferencias en efectivo a fin de responder a las necesidades de alimentación, de vestido y el acceso a los servicios sociales”, agregó.
En ese marco, la organización con sede en Ginebra (Suiza) destacó a la Argentina dentro de la lista de Estados que “expandieron la cobertura de maternidad a grupos de mujeres que previamente estaban desprotegidas, como aquellas en la economía informal”.
El informe se refirió a la Asignación Universal por Embarazo “que otorga prestaciones desde la semana 12 del embarazo hasta el parto” en un programa “que en el 2011 ofreció cobertura al 22 por ciento de los nacimientos asistiendo a un promedio de más de 66.000 mujeres por mes entre mayo de ese año y junio de 2012”.
“Este programa no contributivo se complementa con la Asignación Universal por Hijo que provee la seguridad social”, añadió el trabajo.
El organismo laboral destacó que este tipo de asistencias “no están directamente asociados con la forma de licencias de maternidad por la interrupción del empleo, por lo que persiguen un objetivo más amplio en proporcionar a las embarazadas y nuevas madres un beneficio efectivo y predecible durante las etapas finales de su embarazo y después del parto”.
Justamente la OIT indicó que los programas que no demandan una contribución previa del beneficiario, tal como la Asignación Universal por Hijo, “son mecanismos más efectivos para extender la cobertura”, principalmente en contextos donde existe informalidad.
En ese sentido, indicó que en el mundo sólo el 36 por ciento de las mujeres con empleo tiene el derecho a recibir prestaciones económicas durante su licencia por maternidad, algo que en la práctica se reduce al 28 por ciento por la aplicación ineficaz de la legislación.
“Este tipo de sistema no cubre a las mujeres que son económicamente activas pero en un empleo informal o que simplemente no tienen ingresos. Quedan desprotegidas tanto ellas como sus bebés”, apuntó.
Por el contrario, precisó que “la evidencia sugiere que la seguridad de un ingreso contribuye al bienestar de la embarazada, las nuevas madres y sus hijos. Los países que tienen un mayor nivel de cobertura para prestaciones en dinero por maternidad también tienden a obtener mejores resultados con respecto a las tasas de mortalidad materna”.
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