Europa se salta por primera vez las sanciones estadounidenses a Irán Idafe Martín. Bruselas La crisis del coronavirus genera movimientos tectónicos. Por primera vez en
décadas, la Unión Europea (UE) ignoró las sanciones estadounidenses y envió material sanitario a Irán. Por primera vez los europeos usaron el Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales, (INSTEX, en sus siglas en inglés), una estructura creada el año pasado para comerciar con Irán que nunca había sido usada por temor a Washington.
El cambio geopolítico de los últimos años, especialmente desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, se aceleró con esta crisis. Europa busca ya su sitio en el mundo que nazca después del virus, como lo buscan potencias como China y hasta Rusia. Y los europeos creen que ese mundo nuevo les alejará de Estados Unidos.
El anuncio llegó de Berlín, en otra muestra del choque de puntos de vista entre Angela Merkel y Donald Trump. La mandataria alemana anunció la noche del martes que la estructura creada por Alemania, Francia y Reino Unido –y validada por el resto de la UE- para negociar con Irán había efectuado sus primeras transacciones. Se abre así un canal nuevo para comerciar entre Europa e Irán que se salta las vías financieras internacionales controladas por Estados Unidos.
INSTEX funciona con un sistema de trueque. Una empresa europea envía sus productos a Irán. No cobra nada. Otra empresa europea importa de Irán, pero no paga nada a Irán, sino a la empresa europea que exportó gratis. El dinero no sale del circuito financiero europeo. En Irán ocurre lo mismo. La empresa que recibe en primer lugar el material de Europa no paga a la europea, sino a la empresa iraní que exportó a Europa sin cobrar. El dinero en ese caso no sale de Irán, no hay flujos financieros internacionales y no se usan dólares.
Europa marca así su independencia de Washington en un asunto tan delicado como la política en Oriente Medio, donde los choques entre europeos y estadounidenses son cada vez mayores. Mientras los ‘halcones’ en Washington quieren usar la crisis del coronavirus para presionar aún más al régimen iraní, los europeos dan la mano a Teherán.
Líder supremo de Irán, ayatolá Alí Jamenei DPA
El intercambio aprobado el martes es puramente simbólico en sus cantidades pero abre una puerta que hasta ahora era sólo teórica para convertirse en un medio operativo. La transacción consistió en la venta, desde una empresa alemana, de kits de análisis del coronavirus por medio millón de euros. Irán es uno de los países más afectados por el virus a la vez que ve hundirse sus ingresos principales, los de la exportación de petróleo.
INSTEX fue puesto en marcha legalmente a principios de 2019. El mecanismo se ideó para que Irán y los países europeos pudieran seguir comerciando sin miedo a sanciones estadounidenses. Era una de las formas que encontró la UE para que los iraníes siguieran respetando las cláusulas del acuerdo nuclear de 2015, puesto en duda tras la retirada estadounidense en 2018.
El mecanismo, creado en tiempos de la ‘canciller’ europea Federica Mogherini y que recibe ahora un nuevo impulso con el ‘canciller’ Josep Borrell, tuvo problemas para asociar a los bancos europeos, temerosos de que sus filiales en Estados Unidos sufrieran sanciones e incluso de que sus dirigentes en Estados Unidos fueran perseguidos penalmente.
INSTEX, reconocen fuentes diplomáticas en Bruselas, no va a poder compensar a Irán por todos los daños económicos que le genera la ruptura estadounidense del acuerdo nuclear y las nuevas sanciones económicas, pero abre un camino que puede ampliarse y muestra a Teherán la voluntad europea de mantener una política independiente de Estados Unidos.
La mandataria alemana, Angela Merkel, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en veredas separadas. DPA
Un informe del think tank ‘European Council on Foreign Relations’ explica que el momento elegido por los europeos para activar INSTEX es una muestra de su voluntad de defender su comercio con Irán porque se hace justo cuando en Washington está aumentando la presión sobre Irán y en el resto del mundo se presiona a Estados Unidos para que levante la presión para que Teherán tenga mejor acceso al material sanitario para enfrentar la crisis.
El pasado día 24 de marzo, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, pidió que se suspendieran esas sanciones por la crisis sanitaria. Un día antes, la UE envió 20 millones de euros a Irán como ayuda humanitaria y apoyó que el FMI, contra el criterio de Washington, aceptara los pedidos de préstamo de Irán y de Venezuela. Teherán había pedido 5.000 millones de dólares al FMI.
Funcionarios europeos explican la necesidad de que el INSTEX funcione con agilidad de una vez: “Ahora lo necesitamos más que nunca para ayudar a Irán, no es suficiente con la ayuda humanitaria”.
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