Pases de factura, denuncias, chicanas, grupos y subgrupos de WhatsApp, maratónicas videoconferencias donde se dicen de todo y, en el medio, la pandemia del coronavirus.
Las internas
dentro de Juntos por el Cambio, sobre todo en el Congreso, se despertaron en medio de la cuarentena y tras el cacerolazo del lunes en reclamo de recortes en los sueldos de los políticos.
En rigor, la decisión de proponer un recorte en los salarios de los diputados y senadores se venía discutiendo en la oposición desde hacía más de 10 días. Sin embargo, anoche, fiel al estilo de su líder, Elisa Carrió, la Coalición Cívica-ARI sacó un comunicado en apoyo al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que desnudó aún más las tensiones dentro del frente.
“Hoy debemos acompañar de manera solidaria, colectiva y sin personalismos. Querer sacar ventajas individuales a costa de uno de los distritos que nos toca gobernar es inmoral y éticamente reprochable. Son tiempos de prudencia y no hay lugar para oportunistas”, lanzaron los “Lilitos”, en un texto que lleva las firmas de Carrió, y los diputados Maximiliano Ferraro, Paula Oliveto, Mariana Zuvic y Juan Manuel López.
El cacerolazo menos esperado
Sin nombrarla, le apuntaron a Patricia Bullrich. Le adjudican a la actual presidenta del PRO haber sido una de las “organizadoras”, dentro del espacio, del cacerolazo del lunes que terminó de instalar el tema.
Tanto en la UCR como en la CC-ARI, dicen que algunos diputados del macrismo, como Waldo Wolff, buscan obtener un “rédito político” del ruido de las cacerolas, debido a su apoyo en redes a la iniciativa, que muchos considera una protesta “anti-política”.
Se escuchó el #ruidazo. Los legisladores de @juntoscambioar piden al Gobierno que funcionarios, legisladores y jueces aporten parte de su sueldo para ayudar a los que no pueden trabajar. La solidaridad de los que más ganan en el Estado es fundamental para paliar la crisis.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) March 31, 2020
¿Por qué ellos? Otro diputado lo explica así: “Si vos veías, en los días previos, los hashtags #ruidazo y #cacerolazo era promovidos por grupos de tuiteros cercanos al PRO, a Patricia y a Waldo. También había grupos de militantes PRO enviado flyers convocando a cacerolear”.
Otros integrantes del armado opositor también creen que toda la estructura de contactos en redes que supo cultivar Marcos Peña, cuando era jefe de Gabinete, tuvo su cuota de participación en la protesta.
En tanto, Patricia Bullrich calificó como una “falacia absoluta” las versiones que la vinculan al cacerolazo.
“Es una locura, cómo voy a tener que ver con el cacerolazo, es una teoría conspirativa que no tiene que ver con la realidad. Yo estoy de acuerdo con la baja de salarios en tres niveles del Estado, yo defiendo eso, que haya una solidaridad”, dijo y aclaró que ella apoya “en todo” al Gobierno de la Ciudad.
La exministra además sostuvo que ella se pronunció en torno al recorte de sueldos cuando la decisión ya había sido tomada desde el Congreso y defendió que los políticos aporten parte de sus ingreso a un fondo contra el coronavirus.
“Estamos ante una situación excepcional, la realidad es que hoy el 90% de la población no tiene ingresos”, recalcó.
Peleas por WhatsApp y Zoom
Patricia Bullrich, en el margen superior derecho, en teleconferencia con diputados del PRO.
La tensión con la exministra de Seguridad ya se había hecho notar una semana antes, durante la reunión virtual de la mesa de conducción nacional de Juntos por el Cambio cuando se debatió sacar un comunicado sobre la llegada de médicos cubanos, a los que algunos exfuncionarios del PRO –como Laura Alonso– habían tildado de supuestos espías.
La iniciativa no prosperó, por la objeción de los otros aliados de JxC, que cuestiona. “Era delirante”, resumió uno de los diputados que se opuso.
Acto seguido, llegó el debate por el recorte salarial y eso precipitó todo tipo de peleas, tanto dentro como afuera del Congreso, en la previa al cacerolazo.
Como recomienda @elisacarrio en estos momentos, el silencio, la serenidad y la oración para los que creen es la mejor opción.
Seamos solidarios con los que tienen a cargo conducir esta pandemia en la Ciudad y en el país.— Juan Manuel López (@JnmLopez) March 31, 2020
En la Cámara Baja, el grupo de WhatsApp de la bancada de Juntos por el Cambio, en el que los 116 diputados del espacio comparten desde ideas, hasta saludos de cumpleaños, gifs y memes, se convirtió –en la previa del cacerolazo– en tierra fértil para sembrar cizañas que ya se venían germinando en otros subgrupos donde no están todos los legisladores.
Y fue así porque hubo insistencia de un sector del PRO por dar a conocer la iniciativa de recortarse el 30% del sueldo antes del inicio de la protesta en los balcones, mientras en la UCR y en la CC-ARI todavía se debatía qué hacer.
En el medio de la espera y tras una reunión de autoridades del interbloque por Zoom, se filtró un borrador de la medida, cuando no se sabía si iba a ser un proyecto o una carta a Sergio Massa, y eso encendió las alarmas. Enseguida aparecieron las acusaciones cruzadas: “¡Nos quieren primerear!”.
Luego del cacerolazo, Mario Negri, máxima autoridad del interbloque, tuiteó la carta a Alberto Fernández. “El Interbloque de JxC le envía una carta a @alferdez para sugerir que se constituya un Fondo para paliar la crisis sanitaria del coronavirus y la crisis económica en el sector productivo con el recorte del 30 % los haberes de los cargos jerárquicos de todo el sector público”.
Eso tensó aún más los ánimos porque muchos diputados se quejaron de no haber leído antes la letra chica. Mariana Zuvic, Maximiliano Ferraro y todo el bloque de la Coalición Cívica abandonó el grupo de WhatsApp; no enojados con el cordobés, sino con cómo se había desarrollado el debate. Una cuestión de forma, no de fondo.
El Interbloque de JxC le envía una carta a @alferdez para sugerir que se constituya un Fondo para paliar la crisis sanitaria del coronavirus y la crisis económica en el sector productivo con el recorte del 30 % los haberes de los cargos jerárquicos de todo el sector público. pic.twitter.com/lgrqDFWPGJ
— Mario Raúl Negri (@marioraulnegri) March 31, 2020
Y también hubo reproches de diputados del PRO a Negri que luego fueron reproducidos, casi de manera textual, en medios. Eso encendió una segunda señal de alerta ante supuesta filtración de capturas de pantalla de las conversaciones de los legisladores.
En un escenario de desconfianza, ahora, muchos piden migrar el grupo a Telegram.
También hubo pases de factura en la Cámara Alta, donde un senador de la UCR que propuso no cobrar medio año.
–Tenemos que donar el sueldo, entero, dejar de cobrar por seis meses, hasta que pase esto… –lanzó.
Enseguida surgió la pregunta: ¿Puede vivir un político seis meses sin cobrar?
Entre las respuestas hubieron más chicanas, ironías y un hasta un planteo de algunas declaraciones juradas que no cierran. “Que la plata la donen las empresas que sostienen a algunos partidos”, expresó un dirigente de la mesa nacional, que adujo que muchos diputados, sin sus sueldos, no podrían vivir.
Lejos de terminar y en tiempos donde la cuarentena hace imposible cualquier retiro espiritual que sirva para limar asperezas cara a cara, la novela opositora promete seguir, teleconferencia mediante.
TEMAS QUE APARECEN EN ESTA NOTA
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
CARGANDO COMENTARIOS
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.