El ministro del Interior, Eduardo de Pedro tuiteó el martes anoche: “Estamos abriendo las fronteras de forma gradual, planificada y segura para el retorno de los argentinos en el exterior. Es la
forma de cuidar a los 44 millones de argentinos que están haciendo un gran esfuerzo con el aislamiento social. #CuidarteEsCuidarnos”.
El mensaje apuntaba claramente a dar tranquilidad a ese frente de argentinos que quedó varado en el exterior al cerrarse los cielos y las fronteras, como parte del aumento de las medidas sanitarias, y la cuarentena nacional con las que se buscan frenar el avance del coronavirus. Los que lograron volver se muestran felices y satisfechos -algunos violaron la cuarentena- pero quienes aún no pudieron volver manifiestan su enojo permanente en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Clarín supo quedesde este miércoles se permite por Ezeiza la entrada de dos vuelos diarios y de hasta 700 pasajeros por día. Aunque la preferencia de los médicos y técnicos de Sanidad, que encabezan los controles, prefieren un promedio de 500, cuando normalmente, antes del cierre de fronteras por el COVID 19 por Ezeiza entraban y salían del país hasta 30.000 personas por día.
Desde el ministerio que maneja De Pedro también instruyeron permisos para abrir primero ocho pasos fronterizos terrestres para que hasta 500 personas puedan pasar diariamente por cada uno esos puntos, que quedaron finalmente en siete, ya que este miércoles se eliminó Posadas, Misiones, cuando originalmente se había incluido.
La directora Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, explicó que las fronteras terrestres sólo van a estar abiertas entre las 8 de la mañana y las 16 y que ellas son: Cristo Redentor, Integración Austral y San Sebastián (Chile), Salvador Mazza (Bolivia), Gualeguaychú (Uruguay), Paso de los Libres (Brasil) y Clorinda (Paraguay). Argentina tiene 95 terrestres, 103 marítimos fluviales y 39 aeropuertos. Sólo Ezeiza está funcionando.
Cumplido el plazo de 5 días del decreto 313/20 que prohibió el ingreso a las personas residentes en el país y a los argentinos y las argentinas con residencia en el exterior, Fernández le pidió a los ministerios de Salud, Interior, Relaciones Exteriores y Culto y Seguridad que trabajaran en la reapertura “gradual y segura” de las fronteras desde este miércoles. La presión de los argentinos varados en el exterior ha sido mucha, y entre ellos hay situaciones de emergencia como embarazadas, pacientes con distintas patologías y ancianos, si bien alrededor de 30.000 de ellos decidieron viajar a mediados de marzo cuando en el mundo entero se imponían medidas cada vez más restrictivas para frenar el avance de la pandemia.
Este miércoles podría conocerse un nuevo cronograma de vuelos desde el Ministerio de Transporte que maneja Mario Meoni. Por el momento, el embajador argentino en Cuba, y los diplomáticos al frente de la sede diplomática en Perú, habían logrado embarcar hasta cientos de pasajeros que iban a ser repatriados tras días muy difíciles en aquellos destinos. Unos vienen de La Habana y otros de Lima. Lo mismo intentan hacer las embajadas de Estados Unidos y España. Esta última sigue desbordada por cerca de 4000 argentinos que están allá y quieren volver. Unos 2200 son trabajadores de la temporada de esquí en Andorra, que fueron despedidos de sus empleos al cerrarse todos los centros de turismo. Y deben volver por Madrid. Y la empresa Eastern Airlines abrió un vuelo para este jueves de Miami a Buenos Aires.
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