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En su voz se nota convencimiento. Se la advierte preparada para afrontar desafíos. Como cuando era una adolescente y salía a la batalla en una contienda de judo, o como cuando rompe prejuicios jugando al rugby. Decidida, así se la percibe a Karina Gilardi, reconocida por ser la capitana del plantel femenino de Jockey Club de Río Cuarto. Pero que en su vida diaria tiene una profesión, enfermera, que hoy la pone en la primera fila de la lucha contra el COVID-19.
“Hay una cadena muy grande de gente trabajando en este momento, como los servicios de seguridad, los que trabajan en los quioscos, en los mercados, que nos abastecen, no somos sólo nosotros. Por ahí estamos más expuestos porque estamos al pie del paciente que sabemos que es positivo, y esa es la diferencia. Me encantan los aplausos, los agradecemos, pero no hay que romantizar, no somos superhéroes. A eso lo hablamos con los compañeros. Hay que luchar también, para que en la salud tengamos condiciones dignas de trabajo. Esperemos que esto sirva para crecer”, exclama con firmeza Gilardi, que desde hace más de tres años trabaja en la sala de terapia intensiva para adultos en un sanatorio privado riocuartense.
El plantel femenino de rugby del Jockey Club de Río Cuarto tiene la particularidad de que hay cinco enfermeras como jugadoras, ya que, además de la referenciada Gilardi, están Paola Pintos, Eugenia Lucena, Natalia Morales y Raquel Palacio. Las cinco en franja etaria de 26 a 30 años.
A propósito, la capitana del plantel, en diálogo con PERFIL Córdoba, expresó: “No es coincidencia. En el rugby se hace mucho hincapié en los valores. Como enfermeras día a día vemos cosas donde nos hace aprender del otro constantemente, al igual que en un partido de rugby; convivir entre nosotros, superarnos en adversidades, nos hace ser mejores personas, nos hace ser mejores jugadoras”.
Durante gran parte de su niñez y adolescencia, Gilardi se dedicó al judo, participó de torneos provinciales y nacionales. Hasta que se cansó. Su novio jugaba al rugby en Jockey Club, ella lo acompañaba y un día del año 2017 se enteró que comenzaba en el club la disciplina femenina. Al comienzo eran sólo cuatro, muy poquitas, pero fue creciendo, armaron un plantel y desde el 2019 forman parte del Torneo de Desarrollo del sur, que tiene bastantes equipos de la zona.
– ¿Cómo te preparás, junto a tus colegas, para afrontar el pico del brote del coronavirus?
– Hace poco más de tres semanas cuando recibimos el alerta del primer caso, el Ministerio de Salud empezó a mandar recomendaciones. Nos dieron parámetros para empezar a formarnos. El sector donde trabajo está relacionado directamente con cualquier caso de sospecha de positivo, ya que recibimos pacientes de alto riesgo… Lo nuestro es día a día, con el estudio sobre lo que está pasando, una o dos veces por semana tenemos reuniones con los jefes, con capacitaciones en la clínica y cada uno de los integrantes de la terapia intensiva estamos alerta a nuevas recomendaciones y la compartimos. Es formación constante.
“No es coincidencia que en el equipo haya cinco jugadoras que sean enfermeras”.
No mirar para otro lado
A comienzo de año la noticia del asesinato de Fernando Baez provocado por la paliza en manada de diez rugbiers en Villa Gesells provocó un cimbronazo en la sociedad, que posó su mirada en todo el ambiente del rugby.
A propósito, Karina Gilardi contó cómo se trató esta situación en el Jockey Club de Río Cuarto.
“Lo que pasó empañó a la disciplina. En el club nuestros entrenadores y referentes hablaron con nosotros del tema, porque nos parece importante aprender de lo que pasó. Tratamos de hacer reflexiones con todos los jugadores, juveniles, plantel superior, nosotras, reflexionar cuál es el problema, porqué se dio. No hicimos oído sordo a lo sucedido e intentamos aprender. No miramos para otro lado, como se suele hacer”, reflexionó.
PLANTEL. Una plantilla nueva y corta, con la particularidad que tiene cinco enfermeras en el equipo.