La pandemia del coronavirus sorprendió a la gente encerrada en su casa interrumpiendo, en muchos casos, la actividad física que habitualmente desarrolla en los gimnasios o en la calle.
Frente a esta realidad, muchas personas salieron a comprar aparatos o productos para poder armar un gimnasio en sus propios hogares. Y la demanda se disparó de manera insólita.
Las mayores ventas, según los comerciantes, se concentran en kits básicos para hacer actividad física que suelen incluir colchoneta, bandas elásticas, tobillera, soga y mancuernas. Un combo de este tipo cuesta unos $2.500. Pero también usuarios con mayor poder adquisitivo compran bicicletas fijas que van desde los $10 mil en adelante o cintas trotadoras que pueden costar $50 mil o $250 mil, en el caso de las profesionales que hay en los gimnasios.
“Estoy habituada a entrenar todos los días y me angustia pensar que no sé bien cuando va a terminar todo esto. Por eso, con algunos aparatos que ya tenía en casa, más una cinta para caminar que compré hace un mes, armé un lugar para continuar con mi rutina”, cuenta Mariela G, de 38 años.
Se trata de solo un ejemplo de esta nueva demanda que creció en las últimas semanas de manera exponencial. A tal punto, que las demoras en las entregas de los productos puede superar al mes.
Fue el caso de Ezequiel V, quien permanece haciendo la cuarentena con su pequeña hija de ocho años y se le ocurrió comprar una mesa de ping pong en uno de los fabricantes de más peso en el mercado. “Me dijeron que tardaban un mes en entregarla”, contó resignado el hombre frente al desafío de pensar otras estrategias para entretener a su pequeña hija.
Precisamente quienes más están moviendo la aguja de las ventas son los particulares “encerrados” en sus casas, cuentan en los locales que venden específicamente bicicletas fijas, pesas, sogas y trotadoras, entre muchos otros productos para hacer ejercicios.
Desde la Casa del Fitness comentaron que “la demanda aumentó aproximadamente 5 veces respecto de lo normal”. Por eso, como crecieron tanto los pedidos, estamos bastante limitados en las entregas porque nos encontramos sin poder afrontar ese volumen”, señalaron en ese comercio.
“Sumado a esto, la gente quiere que le entreguemos el equipo ya mismo y muchas veces no puede esperar y se termina dando de baja”, continuó. Hoy, los tiempos de entrega en este sitio, suelen ser de una semana o más, contó un directivo de la firma que tiene cuatro locales en la Capital Federal.
Desde una de las cadenas más grandes de hipermercados comentaron que el rubro “fit deportes”, que incluye la venta de mancuernas, guantes de box y sogas para saltar entre otros productos, creció en marzo un 157% respecto del mismo mes del año pasado. En cuanto a las entregas, claramente, sufren mayores demoras que el envío de productos básicos.
MIR Fitness fabrica la mayoría de los productos que vende y también importa parte de ellos. Gustavo Miranda, dueño de la firma cuenta que las ventas “subieron muchísimo desde una semana antes del cierre de todo. Y nosotros desde ese día, no podemos fabricar ni entregar nada”, agrega. “Los hipermercados y todos nuestros distribuidores están desesperados sin mercadería”, cuenta al admitir que también lamenta “la situación de los consumidores que sienten que entrenar en sus casas es una necesidad”.
Miranda señala que la empresa tiene suspendidas las ventas on line porque no tenemos gente que pueda preparar los pedidos ni fabricar lo que hacemos acá que es el 80% de nuestros productos”, dice deseoso de poder seguir vendiendo su mercadería en breve.
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