La previa del canje: los controles de Alberto Fernández y la otra receta del FMI

de la Quinta de Olivos para, rodeado pero a distancia de gobernadores y unos pocos ministros, lanzar el canje de deuda.

Será un solo movimiento: la exposición, ante los jefes provinciales, oficiará como presentación pública de la oferta. El presidente se hará cargo de los fundamentos políticos, los porqué del canje, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciará el detalle fino. Antes habrá, más que nunca, controles. Fernández decidió que esta cumbre con gobernadores sea presencial para darle más volumen político e institucional a la presentación del canje.

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Pero, como a su vez su equipo asume que hay más riesgo que antes porque el virus ya tiene circulación comunitaria, se harán controles más estrictos: los jefes provinciales no podrán ingresar con choferes ni secretarios, les medirán temperatura, y luego se repetirá el protocolo de distanciamiento.

Fernández, dicen en Olivos, empezó a tener más cautela en el acercamiento personal con otros dirigentes porque “entendió los riesgos”. Se resiste, todavía, a usar barbijo o, mejor dicho, tapaboca.

De hecho, varias veces al dia, el equipo médico presidencial le hace controles, algunos de rutina y otros por coronavirus. Hace 20 días, el presidente se vacunó por varias cepas de gripe y lo mismo se hizo con su entorno más cercano.

Tras esos controles, los gobernadores se ubicarán en el quincho de la quinta presidencial donde habrá, además, unos pocos ministros aunque el centro de la escena lo ocuparán Fernández y el titular de Economía Martín Guzmán.

El presidente dará el soporte político, las razones del canje, y el ministro brindará los detalles técnicos aunque la letra chica, lo más fino, lo presentará luego en las exposiciones que tiene programadas con tenedores y organismos.

“Cada punto se charló: el FMI estuvo al tanto de todo y con sus posiciones públicas, nos definieron a nosotros y a los bonistas, el marco general del canje”. explicó este jueves un funcionario a Clarín.

Fernández, detallan en gobierno, charló varias veces con la titular del FMI, Kristalina Georgieva y Guzmán, se encargó de las conversaciones con otros ministros de Economía y funcionarios del organismo.

“Martín los conoce y ellos conocen a Martin” apuntan en Olivos como indicio, real o hipotético, de que Guzmán avanzó con el diseño en sintonía con la cúpula del FMI.

Hay, ahí, una metáfora: esta vez, el gobierno seguirá una receta del FMI que con sus posiciones públicas puso el marco del tipo de ofrecimiento que hará el gobierno argentino respecto a plazos y quitas.

A la presentación pública de la tarde, le seguirán luego presentaciones técnicas de Guzmán y más adelante, vendrá otra tarea: construir, hacia adentro, consensos y acuerdos para que haya posición unívoca de los sectores políticos y económicos.

La foto de gobernadores, más allá de los ausentes, anticipa ese tono porque, además, varios mandatarios tienen por delante situaciones apremiantes en cuando a sus propias deudas.

Axel Kicillof, ausente con aviso porque estuvo en un hospital donde se confirmaron contagios, es el más urgido en ese segmento.

PDL