Las exportaciones vitivinícolas argentinas registraron un crecimiento sostenido en la última década gracias a la diversificación de productos, y podrían hacerlo aún más si se impulsara la
venta al exterior de uva en fresco, pasas de uva y mosto, además del vino fraccionado, espumante y granel, según el Observatorio Vitivinícola Argentino.
“La vitivinicultura argentina tiene claras posibilidades de ganar espacio en esos mercados porque puede elaborar buenos productos”, afirmó a Télam el director del Observatorio Vitivinícola Argentino, Daniel Rada.
La vitivinicultura argentina tiene claras posibilidades de ganar espacio porque puede elaborar buenos productos”
Daniel Rada
Según Rada, “somos muy vinocéntricos y tintocéntricos, y estamos muy especializados en vino fraccionado, en Malbec, y para pocos mercados (Estados Unidos y Reino Unido); son muchos años apostando a un solo casillero, pero hay oportunidades en otros productos, como hacen España y Chile, que se apoyan en la diversificación”.
Entre 2009 y 2019 las exportaciones vitivinícolas argentinas crecieron US$ 168 millones, con mayores alzas en la venta de pasas de uva y vinos (fraccionado y granel), a diferencia de las de uva en fresco -el segundo producto a nivel mundial-, que cayeron 85% (debido a “que no hemos podido mantener las condiciones competitivas”, dijo).
En 2009 la Argentina exportaba en total US$ 855 millones, los cuales se repartían mayoritariamente entre vino fraccionado y jugo de uva concentrado (mosto).
Desde ese año comenzó a verse un crecimiento sostenido en las exportaciones a partir de una diversificación de productos con nuevos protagonistas como el vino a granel, que creció 24%, y, sobre todo, las pasas de uva, que tuvieron un crecimiento que llegó hasta 127% en el acumulado de la última década.
Al cierre de 2019 las exportaciones llegaron a US$ 1.023 millones, con una especialización en vinos fraccionados (70% del total exportado), seguido del jugo de uva concentrado o mosto, con 14%, que ubica al país en el primer lugar del mundo.
“El mosto representa, depende la cosecha, entre 25 y 30% del volumen total; después del vino, es el producto vitivinícola de mayor importancia y en 2019 colocó a la Argentina como principal exportador del mundo”, explicó a Télam Fernando Morales, presidente de la Cámara de Elaboradores y Exportadores de Mosto.
Sin embargo, aclara el trabajo del Observatorio Vitivinícola, pasas de uva y vino a granel registraron un importante crecimiento en los últimos años, al representar 7% de las exportaciones cada uno, impulsados por la política de diversificación del sector.
Según la entidad, la Argentina tiene grandes posibilidades de incrementar la exportación de pasas de uva, actualmente concentrada en Brasil, que importa 65% en valor (US$ 47,7 millones), pero “hay otros buenos mercados de demanda de pasas”.
La palabra es diversificación, un camino a transitar, porque además tiene efectos distributivos muy importantes”
Daniel Rada
El crecimiento ha sido una buena noticia para la Argentina, pero también una restricción a las posibilidades de expansión dado que “sólo llegamos a uno de los 10 principales mercados de importación de pasas”, aclaró Rada.
Las pasas de uva representan, a nivel mundial, un negocio de unos US$ 1.800 millones.
Para el organismo, otros mercados sumamente atractivos por el valor que generan son los de la uva en fresco y vino espumante.
En ese sentido, Rada recordó que “en algún momento las exportaciones de uva en fresco generaban una facturación del orden de los U$S 70 millones para el sector. Allí tenemos mucho terreno para crecer”, remarcó.
En el caso del mercado de la uva en fresco, que acapara 18% de la participación total (con US$ 8.433 millones), la vitivinicultura argentina tiene claras posibilidades de ganar espacio “dado que cuenta con los insumos necesarios para elaborar un buen producto”, afirma el trabajo.
La diversificación de productos es una estrategia conveniente que están siguiendo todos los actores del negocio vitivinícola a nivel mundial y, en particular, los principales países competidores de la Argentina.
“Por ejemplo Australia, que tenía una política muy parecida a la nuestra, centrada en el Syrah, tuvo que repensar su estrategia exportadora y está apostando al (vinos a) granel”, afirmó Rada.
En el comercio internacional, los principales productos vitivinícolas totalizan US$ 46.838 millones con el vino (fraccionado,
espumante y granel) con US$ 36.111 millones y 77% de participación, pero el resto de los productos (uva en fresco, pasas de uva y mosto) alcanza el 33% restante con un valor de US$ 10.727 millones.
Por último, Rada consideró que “la palabra es diversificación, un camino a transitar, porque además tiene efectos distributivos muy importantes para mejorar la distribución del ingreso en la cadena y el valor de la producción vitivinícola”.