Un jubilado quedó preso por matar a balazos a un ladrón “indefenso”

en Quilmes, y se defendió a los tiros. Cuatro de los asaltantes lograron escapar, pero uno cayó herido a pocos metros: Ríos lo mató de al menos un disparo en el pecho.

El hombre se negó a declarar y, complicado por las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron el hecho, avalaron el pedido de detención en su contra. Lo acusan de homicidio agravado porque, cuando lo baleó, Franco Moreyra (26) ya no tenía posibilidad de escapar y se encontraba a 60 metros de la casa asaltada. 

Todo empezó este viernes, alrededor de las 5, cuando Jorge Ríos estaba solo en su casa de la calle Ayolas al 2700, en Quilmes, al sudeste del Gran Buenos Aires.

Al menos cinco hombres irrumpieron en su propiedad por la medianera de un vecino y forzando un ingreso. Adentro, el jubilado estaba durmiendo. Lo amenazaron con un destornillador, lo golpearon y el exigieron dinero. Le lastimaron la cabeza, un antebrazo y el rostro.

Sin el testimonio de la víctima del robo, no está claro qué fue lo que ocurrió dentro de esa vivienda. Lo que sí quedó probado por las pericias de Policía Científica es que hubo disparos, al menos seis, según Télam. Varias vainas quedaron desparramadas dentro del domicilio, provenientes de una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros.

Espantados por los tiros, los ladrones corrieron saltando un portón. Franco Moreyra, que vivía a pocas cuadras del lugar del robo y era conocido en el barrio como “Piolo”, tenía una herida en una pierna.

En los videos se lo ve intentando escapar rengueando y con dificultad. Pero hasta el domingo a última hora no estaba listo el resultado de la autopsia para establecer si esa lesión fue producto de un corte producido al saltar la medianera o si Ríos ya lo había baleado dentro de su casa.

Lo cierto es que las cámaras de seguridad de dos vecinos de la cuadra captaron la escena que se desencadenó después. Cuatro de los ladrones huyeron a la carrera. Moreyra estaba herido y se detuvo en el cordón de una vereda, a la vuelta. Ríos caminó hasta él, hubo un forcejeo y, según se sospecha, ahí lo mató.

Esas imágenes son las que complican al jubilado, que pasó de defenderse de un violento robo a quedar acusado de homicidio en este típico caso de “justicia por mano propia”. Una fuente con acceso al expediente dijo a Télam que el ladrón fue baleado “enun estado de total indefensión, cuando ya no representaba ningún peligro“.

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El fiscal Ariel Rivas, de la UFI N° 1 de Quilmes, quedó a cargo de la investigación. Este fin de semana solicitó la detención de Ríos y agravó la acusación: pasó de acusarlo de exceso en la legítima defensa a homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Para la Justicia, la secuencia del robo ya había terminado una vez que los ladrones abandonaron la propiedad. “Piolo” Moreyra ya estaba inmovilizado y no podía escapar por la herida en su pierna.

“El asalto fue muy violento, de eso no hay dudas. La víctima se defendió en su casa. Lo que ocurre después es lo que desencadena la detención”, explicaron fuentes del caso consultadas por Clarín.

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Es que Ríos no sólo le dio un disparo mortal a Moreyra en ese forcejeo, sino que -además- disparó varias veces contra él cuando ya estaba en el suelo. Si bien aún no fue confirmado, se presume que al menos otras tres vainas quedaron en la escena del crimen.

Los investigadores esperan el resultado de la autopsia y las pericias de Policía Científica.

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“Piolo” Moreyra vivía a unas 15 cuadras del lugar del hecho y había trabajado en empresas de construcción. Solía mostrarse en fotos con la hinchada de Quilmes y una bandera del barrio La Vera. Tenía un hijo.

“Este es el mundo del revés en el que yo vivo, donde los buenos terminan en el cielo y los malos siguen vivos. Que en paz descanses, Piolito”, lo despidió uno de sus amigos en las redes sociales.

EMJ