Hicimos los fideos y congelamos. Pasó un día, y otro día más, y al ir a regar los canteros ¡Sorpresa!: las acelgas están listas para darnos una buena cantidad de hojas externas. No sé si han plantado acelga o comprado a productorxs o campesinxs de su zona, pero la acelga natural es más chica, pero mucho más sabrosa y se reduce menos al cocinarla, rindiendo al final más que la comprada y siendo más nutritiva. Cómo sea, puedan acceder a vegetales más naturales y baratos o comprando unos atados en la verduleria del barrio o en puestos de lxs productorxs, este es el momento de hacer unas ricas pastas rellenas para comer ahora o congelarlas. ¿¡Vamos!?
Ingredientes para 6 porciones
Para la masa:
1/2 kg. Harina 000
5 huevos
1 cucharadita sal fina
Para el relleno:
40 hojas acelga de la huerta (o 2 atados de acelga comprada)
2 huevos duros (dejar hervir unos 8 minutos)
Sal fina a gusto
Nuez moscada recién molida: es opcional, pero si tienen: ¡mucha!
Pasos
Blanquear las hojas lavadas y sin la parte blanca en agua hirviendo 1 minuto. Quedan cocinadas, pero firmes y sin perder tantos nutrientes. El agua pueden dejarla enfriar y usarla para regar. Picar la acelga y los huevos con un cuchillo, ponerlos en un bowl y rallarles nuez moscada a gusto. Revolver, probar y ahí salar. Reservar.
En el bowl cernir la harina con la sal, poner los huevos en el medio e integrar con un tenedor. Trabajar con las manos luego, hasta que esté firme. Dejar descansar unos minutos.
Esta parte es mejor hacerla entre 2 o 3. Cortar un poco de la masa para ir pasando por la pastalinda hasta el número 7 u 8 (no menos fina porque quedaría muy pesada la masa). Usar las masas ya estiradas a medida que las tenemos sin dejar que se sequen.
En la masa estirada con una cucharita ir poniendo porciones de relleno a unos 3 o 4 cmts una de otra, hasta llegar a la mitad de la masa. Humedecer alrededor de cada porción, doblar la mitad vacía encima de la otra, apretar con los dedos, cortar los raviolones, marcar todo el contorno con un tenedor… Y listo: a la olla con su salsa preferida, o solos con manteca, o al congelador. ¡Espero que les guste!