La posible salida de Falabella del país generó un fuerte cimbronazo político y desde muchos sectores apuntaron directamente a las políticas del Gobierno como el principal responsable.
Este martes,
el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, fue el primer funcionario nacional en referirse al tema y, durante el anuncio de la extensión del bono de $ 5.000 para el personal de salud por la pandemia de coronavirus.
Según Moroni, “no hay una situación particular de la Argentina que provoque la salida de empresas, son decisiones empresariales”.
“Hay empresas que se estan retirando. Argentina en comparación gran parte de los paises ha tenido menos pérdida de empleo que todos nuestros paises vecinos, el consumo sigue funcionando razonablemente bien y la actividad industrial esta repuntando“, sostuvo el funcionario.
Como ejemplo, explicó que la aerolínea Lan, que en julio anunció que dejaba de explotar las rutas aéreas internas del país, “está en un proceso de lo que se llama capítulo 11 en Estados Unidos, que es un proceso concursal, no decidió retirarse solo de la Argentina”.
El local de Falabella en el centro porteño. Foto: Marcelo Carroll.
El lunes, Falabella, empresa de capitales extranjeros, anunció que busca un socio estratégico que le permita desprenderse de sus inversiones en el país y adelantó que, en los próximos meses, cerrará cuatro de los casi 20 locales que tiene en Argentina.
En el país Falabella tiene 10 tiendas y el mismo grupo empresario es dueño de nueve sucursales de Sodimac, con locales especializados en materiales de construcción y artículos para el hogar.
A través de un comunicado, la compañía confirmó el anticipo de Clarín. “Falabella se encuentra evaluando opciones de rentabilización de las operaciones de sus filiales en Argentina, las que podrían incluir el ingreso de un socio estratégico”, indicaron.
La empresa informó que cerrarán dos tiendas Sodimac, las ubicadas en Villa Tesei y Malvinas Argentinas, y dos Falabella, las de Florida 343 y Tortugas Open Mall. Sus empleados ya recibieron la propuesta del retiro voluntario.
La compañía chilena, propiedad de la familia Solari, había empezado a achicarse el año pasado, cuando bajó la persiana de uno de sus locales más grandes, el de Florida al 600.
Además de Sodimac, otro de los negocios del grupo en el país es la tarjeta financiera CMR, que tiene cerca de 300.000 clientes. Falabella había desembarcado en el país en la década del 90.
JPE
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