Un diplomático de carrera será el nuevo embajador ante el Reino Unido

Figueroa acaba de recibir el plácet de estilo para ejercer su nueva misión. Reemplazará al también diplomático Renato Sersale, quien entró en proceso de jubilación.

Por otra parte, también se supo en estas horas que el gobierno de España le concedió el plácet a Ricardo Alfonsín, pero como es político, aún debe atravesar instancias que no ocurrieron: acuerdo del Senado y luego el decreto presidencial. 

En cambio Figueroa, como es diplomático, sólo esperar el decreto de Alberto Fernández y hacer la mudanza con su familia desde La Habana a la capital británica, adonde ya estuvo destinado entre 1998 y 2005.

La aceptación del plácet de estilo por parte del gobierno de Boris Johnson –lo informa el Foreign Office, pero las cartas credenciales se presentan en realidad a la jefa de Estado, que es la reina Isabel- se conoció hace pocas horas.Y coincidió con el endurecimiento de la retórica del Gobierno hacia el Reino Unido en torno al conflicto de soberanía por las Malvinas. También con el anuncio de ciertas medidas como la suspensión del intercambio de información científica en el Atlántico Sur sobre los recursos pesqueros. Y por otra parte, el canciller Felipe Solá anunció que el presidente Fernández enviará un proyecto de ley al Congreso para aumentar las multas de los barcos que cometan ilícitos en la pesca, entre ellos los que lo hagan en aguas en disputa.

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El nombramiento de Figueroa, decidido por Solá, muestra sin embargo la idea de encausar las relaciones por un canal estrictamente diplomático, e incluso económico –la Argentina está vendiendo a Reino Unido cada vez menos: US$ 812 millones en 2019-. Sobre todo, se enviará a un funcionario de carrera que contrasta con las estridencias de la última etapa del anterior gobierno kirchnerista. Ocurre que la ex embajadora allí, Alicia Castro, protagonizó importantes encontronazos y llevó el vínculo con el Reino Unido de manera personalista, lo que incluso mantiene en alerta a los diplomáticos hoy. Designada hoy embajadora ante Rusia, reclamó a la Cancillería la instalación, previa obra de construcción, de un ascensor en la residencia de 1800 que Argentina alquila en Moscú.

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Figueroa es un profesional de sintonía peronista que supo sortear la grieta kirchnerista y macrista y que estuvo a cargo de la embajada en Cuba precisamente durante el tiempo que Florencia Kirchner estuvo internada en la isla. Durante todo 2019, hasta que la joven volvió en marzo -curiosamente cuando los cielos argentinos se cerraron por la cuarentena- Cristina Fernández hizo numerosos viajes allí para acompañar a su hija. 

Abogado de la Universidad de Buenos Aires, recibido del Servicio Exterior de la Nación en 1995 Figueroa trabajó dos veces en la Dirección de Islas Malvinas y del Atlántico Sur del Ministerio, adonde volvió siendo Daniel Filmus secretario del Area –hoy también lo es. Figueroa trabajó en la estratégica Consejería Legal, en Buenos Aires. Al llegar el macrismo lo nombró embajador ante Sudáfrica, cuando ya había pedido Cuba. Entonces representó al país en Botsuana y en Namibia. Y en 2018, lo mandaron a Cuba, adonde en el último tiempo se debió ocupar de la crisis de los varados argentinos en la isla, que llegaron a 2000.

Ahora figura en la lista de diplomáticos que ascenderán a embajador junto a Gustavo Dzugala, Gustavo Martínez Pandiani, Gonzalo Urriolabeitía, Federico Villegas Beltrán, Gustavo Grippo, Demayo, Betina Pasquali de Fonseca, Moira Wilkinson, Fernanda Silva, Rossana Surballe.