La conducción de
la Asociación Bancaria (AB) ratificó hoy su “compromiso” con “la unidad sin exclusiones del movimiento sindical, con el Gobierno del presidente Alberto Fernández y con una alianza estratégica entre el trabajo y la producción para protagonizar de forma activa la recuperación económica”.
Sergio Palazzo y Eduardo Berrozpe, secretarios general y de Prensa, repudiaron, en representación del Secretariado, el golpe de Estado contra “el Gobierno de la justicia social del General Juan Domingo Perón”, el 16 de septiembre de 1955.
Al rechazar esa “asonada gorila”, la Bancaria llamó a “la unidad sin exclusiones del sindicalismo y a garantizar el funcionamiento de todas las instancias orgánicas de la CGT”, y ratificó el reclamo de convocatoria a “los plenarios de secretarios generales y de delegaciones regionales” de la central obrera.
Además, ratificó su “compromiso” con “el fortalecimiento del frente nacional y popular” a partir de “la promoción de instancias de organización, amplia participación y movilización acordes con las medidas sanitarias” oficiales.
“El Gobierno del presidente Alberto Fernández ofreció las necesarias respuestas ante la actual situación, y desplegó un ingente esfuerzo, con concretos resultados, al adaptar el sistema de salud ante la pandemia de coronavirus, sostener a millones de familias de escasos recursos y a miles de empresas comprometidas, y además logró un acuerdo con los acreedores”, afirmó.
Un documento del gremio sostuvo que el Jefe de Estado lo hizo ofreciendo “una generosa participación a todos los sectores del arco político, sin exclusiones, y aun a los responsables de la actual realidad del país, hoy en la oposición””
“En su perversión y socavando de forma artera, abierta o encubierta, el esfuerzo económico y sanitario, esa oposición desarrolla una campaña de desestabilización, ante la cual no es posible guardar silencio”, puntualizó.
El sindicato calificó como “inadmisible” el sabotaje a medidas del Gobierno – como en la formación de los precios-, las declaraciones fuera de lugar, las campañas mediáticas o las manifestaciones contra las decisiones sanitarias”.
Aunque sobre la base de reclamos, necesidades y legítimos derechos, “esos intentos desestabilizadores se manifestaron en una asonada policial y el asedio inadmisible a sedes de Presidencia y de la Gobernación bonaerense”, añadió.
Palazzo y Berrozpe aseguraron que ello integra “una metodología que provocó graves alteraciones democráticas en el continente y, en la Argentina, hechos similares recayeron siempre sobre los trabajadores, sus derechos y dignidad”.
Los bancarios repudiaron el 65 aniversario del derrocamiento de Perón, quien finalmente renunció a la presidencia el 23 de septiembre de 1955, y reseñaron para ejemplificar los tiempos que vinieron desde entonces una frase del contraalmirante Arturo Rial sobre el golpe: “Sepan que la Revolución Libertadora se hizo para que el hijo del barrendero muera barrendero”, concluyeron.
