En medio de la noche, la policía de Milei secuestró las imágenes que recuerdan a Perón y Evita y gran parte del patrimonio material de la historia del peronismo que se conservaba en el Instituto Nacional Juan Domingo Perón.
Libros incunables de todas las épocas, bustos de bronce que recuerdan a los líderes, documentos históricos irremplazables, placas conmemorativas, materiales audiovisuales e investigaciones nacionales e internacionales, objetos personales del matrimonio presidencial, todo lo que allí estaba custodiado y puesto en valor fue empacado como basura, trasladado sin avisar su destino y arrojado en diversos depósitos con el fin de eliminarlos de la vida política nacional.
Toda la historia del peronismo allí acumulada está en riesgo de ser destruída. Su secuestro es hoy el mayor acto de violencia que el peronismo y la democracia han recibido en los últimos tiempos (salvando el atentado a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner).

La casa donde vivieron Eva y Juan Domingo Perón
La violencia simbólica y material que adoptó como método de hacer política este gobierno instalado en la presidencia del país se vuelve un martillazo inaguantable en la conciencia política de los trabajadores.
En la ex casa presidencial de la calle Austria en el Barrio de La Recoleta, allí donde vivieron los líderes históricos que impulsaron los derechos sociales que fueron conquistados a fuerza de lucha y sacrificios populares por las grandes mayorías del pueblo argentino, se instalarán los gurkas libertarios con el afán de repartirse la casa donde murió Eva Perón, como si pudieran con ello destrozar el amor del pueblo y caranchearse esa propiedad patrimonio del Estado Nacional.
Lo ven como un botín de la guerra que libran contra el pueblo argentino al que buscan despojar de todos sus derechos adquiridos durante generaciones.

Como en las épocas más tenebrosas
En medio de la noche, como en las épocas más tenebrosas de la historia nacional se apersonaron las fuerzas policiales y vaciaron la sede del Instituto Nacional Juan Domingo Perón.
Allí donde nació el peronismo, donde Evita vivió y sufrió su enfermedad terminal, donde fue custodiada hasta sus últimos días por el personal leal de las fuerzas armadas; allí donde falleció la “Abanderada de los humildes”; donde se acercaban los pobres a dejar sus pedidos en cartas hechas de puño y letra, que eran recibidas por la ventana de la calle Austria y sus pedidos eran resueltos por la Fundación Eva Perón.
Hasta allí se acercaron y han violentado sus puertas los gorilas de la actualidad, los que destilan odio y un profundo rencor que los ahoga y los embrutece sin comprender la gravedad de lo que están haciendo. Han venido a saquear al peronismo y sus símbolos más preciados. No tendrán perdón jamás.
El 12 de junio quieren tomar posesión del espacio
El próximo 12 de junio, como un nuevo insulto que busca lapidar el último discurso de Perón ante el pueblo, los gurkas libertarios entrarán a la que fuera la casa del edecán de la ex residencia presidencial de Perón y Evita, y allí mismo, donde funciona el espacio cultural «Un café con Perón» y la sala cinematográfica Leonardo Favio que lleva adelante la cooperativa de trabajo que los gestiona con una concesión hasta 2027, tomarán posesión del espacio contra toda ley vigente.
En tal caso, 30 familias perderán su trabajo y sus ingresos surgidos de la labor cooperativa que allí despliegan. Pero será mucho mayor la pérdida para la democracia y el peronismo en su conjunto si este acto de violencia se consuma.

Los trabajadores de la cooperativa estamos resistiendo el embate brutal de un gobierno insaciable y sin corazón que apalea jubilados con hambre, insulta niños con autismo, deja librados a su suerte a los enfermos de cáncer, desoye a los laburantes, científicos, artistas, a quienes acusa de opositores o golpistas.
Hemos recibido la solidaridad de vecinos, el abrazo de organizaciones populares, líderes sociales, políticos y sindicales. Debemos ser más, muchos más y resistir mientras tengamos un dejo de conciencia y vida. Debemos hacer tronar nuestra voz, la más maravillosa música que es la palabra del pueblo argentino.
*Adrián Jaime es director, productor de cine documental, programador de la sala Leonardo Favio del INJDP y miembro de la cooperativa de trabajo “Lo de Néstor”.
Fuente Tiempo Argentino